Ketchup, catsup, salsa de tomate, lo que sea...
Lo que hoy en día conocemos como “Ketchup”, es una mezcla de salsa de tomate, condimentada con vinagre, azúcar y sal, además de diversas especias.
Tiene su origen en el ketsiap chino, una salsa picante que acompañaba el pescado y la carne, la cual fue copiada por los ingleses, y a la que, en 1876, Henry J. Heinz decidió añadirle el tomate.
En 1990, el ketchup es introducido al mercado norteamericano, por la compañía Heinz & Noble, contando con un recipiente plástico y reciclable que originó que su fama alcanzara niveles mundiales.
Algo curioso es que el ketchup es un fluido no newtoniano (como las cremas batidas, la sangre, las emulsiones fotográficas, etc.), es decir, tiene la capacidad de cambiar su viscosidad en función de la agitación. Esta es la razón fundamental de por qué se choca la botella contra la palma de la mano para que salga la salsa, o del por qué se debe agitar fuertemente, ya que de esa forma la salsa se hace menos viscosa y sale más fácil.
Varios aspectos curiosos:
>> Heinz inició sus actividades comerciales, en 1869, vendiendo rábanos en conserva, empleando la novedad del envasado y la fórmula de conservado que usaba su madre.
>> Entre el 3% y el 10% del ketchup es azúcar, y tiene un aporte de calorías 25% mayor que la salsa de tomate común.
>> En EEUU, su tasa de penetración en los hogares es de un 97%, y sólo está por debajo del consumo de sal, azúcar y pimienta.
>> Sólo en EEUU, una persona consume tres envases de ketchup al año, lo que es equivalente a un litro.
>> El principal contenido del ketchup es el tomate, mientras que la mayor parte del ketchup comercial emplea salsa de tomate concentrada.
P.D: Con información obviamente de Wikipedia