Desde pequeñas, a la mayoría nos inculcan el cuento del principe azul. ¿Quién no ha soñado ser la Bella Durmiente, cuyo galán la salva de un sueño mortífero con un cálido, amoroso y apasionado beso?
Ahora, el desencanto está en cuando crecemos y nos damos cuenta de que todo es una farsa, al igual que Santa Claus, el ratoncito Miguel, el Conejo de Pascuas, y cualquier otro personaje de esta categoría. De hecho, lo único cierto es que el príncipe puede ser un sapo detestable, baboso, horripilante y totalmente alejado de la noción del príncipe con caballo, capa, espada y rosas en la mano.
A pesar de que uno acepta esta derrota con dignididad, hay algo que siempre me ha mortificado mucho. ¿Por qué demonios uno no puede hacer un combo con lo que más le gusta de cada uno de los hombres que permanecen en su vida? Explico mejor. Aunque uno tenga su novio, arrejunte, peor es nada, o como quieran llamarlo, la mayoría de las veces seguimos a la espera de ese galán, ese príncipe azul que pueda ser mejor que el de turno. Pero aún cuando tenemos al príncipe en cuestión, nos sigue gustando tal o cual cosa de fulanito o menganito.
A mí personalmente me gustaría tener un príncipe con todo lo que más me llama la atención de otras personas, por ejemplo: Me gustaría que tuviera el cabello de Cerati, una altura promedio de 1.80mt (para enano, enana yo), el estilacho europeo de fulanito, los tobillos de sutanito, las manos de menganito, los ojos de perensejito, los zapatos de nito...etc. ¿Si me explico?
Me frustra sobremanera el hecho de que me gustan los hombres "por partes", y que siempre ando tratando de armar el modelo perfecto a modo de un rompecabeza en el que siempre salen más y más piezas.
¿Es que acaso no puede existir el hombre perfecto? O es mucho pedir encontrarse uno que te acaricie el cabello para que caigas en un profundo sueño, que te agarre la mano cuando vas a cruzar la calle (por eso del despiste y que te pueden dejar como una Panini estampada en el piso), uno que se preocupe cuando te duela una muela, uno que te de su chaqueta cuando tengas frío, uno que no cambie cuando esté con sus "amigotes", uno para el que seas lo bastantemente importante e increíble, el que te crea supermujer, ese con el que pudieras pasar el resto de tu vida sin que te des duenta del cambiar del reloj.
Si, ¡es imposible! Si bien pueden encontrar uno que se asemeje mucho y que tenga muchas de las cualidades que buscan, siempre tendrá uno o más defectos...Recuérdenlo bien. A lo mejor le huelen los pies, o sus amigos son una "peste", o son el despiste andante, o simplemente hay algo que les importa más que ustedes, o en el peor PEOR de los casos tiene novia, está casado o es padre feliz de 15 muchachos. Así no se puede. ¡Sencillamente no!
Pero bueno, por ahí dicen que la esperanza es lo último que se pierde. Después de todo, siempre seguiremos siendo inconformes, y aunque tengamos el hombre perfecto al lado, seguiremos con los ojos buscando por allí a ver qué otros peces hay en el agua.
La niña del bigote