3.7.07

Break up - in love


Hoy desperté con el con el timbre de un mensaje en mi celular. Las malas noticias suelen llegar cuando menos lo esperas. En este caso la mala noticia es buena para algunos: “Él terminó conmigo, lo extraño. Me estoy muriendo…”


Y es que las mujeres sentimos que morimos cada vez que algo así nos pasa. La costumbre se los comió. La rutina los acabó. El amor está, pero la nube negra puede más. Se sienten inútiles el uno sin el otro y pelean como perros y gatos cuando están juntos. Sus vidas se hicieron una. Sus familias se conocieron, se interpusieron, lo destruyeron.


Ella, enamorada y confundida. Él, enamorado y frustrado. Que si los amigos. Que si las salidas. Que tú. Que yo. Que dijiste. Que hiciste. Que prometiste cambiar. Que no lo hiciste. Y es que no se puede, porque no se trata de eso. Grave error. Se acostumbraron, se aburrieron, lo arruinaron.


Lágrimas, de cocodrilo o no, llenan dos almohadas más. Dos versiones diferentes llegan a oídos en común. Y es que nadie tiene la razón. Cualquier excusa es buena cuando ya las cosas no van bien. Cualquier razón basta para detener la marcha. Cualquier motivo es suficientemente grande como para no hablar más.


Cada parte vive su proceso. Cada uno tiene su versión y no hay posibilidad de equivocarse. El orgullo, el silencio y las lágrimas ahora llenan espacios que antes ocupaban la pasión, los susurros y las risas.



flequillo

5 comentarios:

Patzchka dijo...

Suele pasar. Ojalá se recuperen pronto ambos, y se den otra oportunidad (si creen que vale la pena) o acepten y asuman lo que sucedió si no hay vuelta atrás.
Me gustó mucho jejejejeje
Beso!

Anónimo dijo...

Duro y al estómago!
Ese texto no tuvo anestesia ni consideración con el lector que solo busca pasar un rato alegre (o sea, yo)

Particularmente pienso que la gente no debe volver después de terminar. Es una mentira que se vuelve para mejorar, se vuelve solo para atrazar lo inevitable y lo inevitable, lamentablemente, es que se les agotó (lo que sea pero se les agotó)

Lo que queda después de algo asi es ver donde falla uno, donde falla el otro, recoger sus macundales y seguir el camino (Preferiblemente el de Santiago; quien sabe si siguiendole los pasos a Coelho termina uno como autor de su propio libro)

Salut!

Manto dijo...

Qué pena por ambos...
Es probable que sintieran una (absurda?) necesidad de separarse, pero vuelvan cuando estén más tranquilos.
A lo mejor, ambos necesitaban un nuevo respiro (aunque sea provisional)...
Ánimo

hijo dijo...

coincido con mister cado, y como vaina rara, haré una comparación con objetos de la vida cotidiana que nada tienen q ver.
en este episodio: las tacitas de porcelana.

que tu novi@ te mande de paseo, por la razón que sea, te deja mal, no? te rompe el corazón, te rompe la tacita. pues bien, ante el cadaver de la tacita que tanto adoras, tienes dos opciones: 1) vas a makro a comprarte una más bonita, hergonómica y que hasta viene llena de tu bebida favorita, o 2) intentas unir los restos a punta de pegaloka.

en el caso de la pegaloka, sabemos q SIEMPRE durante la ruptura se pierde algún pedacito chikitico, una astilla insignificante talvez. muy probablemente el pocillo reconstruido retendrá líquidos, pero de igual manera sabemos q no es mucho lo que podrá aguantar de ahora en adelante. aparte de tratarse de un conjunto de piezas unidas contra su propia voluntad, ya la cosa luce bastante fea y fragil. el cafecito sabroso de media tarde ya nunca sabrá igual.

*.+.*Mari*.+.* dijo...

GRACIASSSS!!! ^^ Por la conversación de hoy... Te kiero mucho mi flequi! (K)

Besos magenta (K)