23.3.07

Knut, y algunos datos sobre su especie


Hoy leí una noticia en el periódico, acerca de un oso polar que nació en el zoológico de Berlín. El pequeño osito, de tres meses y medio de edad, se llama Knut, y obviamente acaparó la atención de miles de personas en lo que fue su primera aparición pública, realizada el día de hoy.

Sin embargo, lo que me motivó a escribir sobre esto, es que después de ver las fotos y los videos del bebé oso, sentí curiosidad acerca de su especie. Voy a escribir entonces sobre algunos datos que encontré.

El oso polar o Ursus maritimus, es el mamífero carnívoro más grande de la Tierra. Sus patas están desarrolladas para caminar y nadar grandes distancias, mientras que su cola y sus orejas son pequeñas para mantener su calor corporal.

A diferencia de lo que todos podríamos pensar, su pelaje no es blanco sino traslúcido, y su densidad se debe a que está formado por miles de pelos huecos que se llenan de aire y funcionan como aislante térmico. Debajo del pelaje, se encuentra su piel, la cual, por ser de color negro, atrae la radiación solar para generar calor.

Los machos son generalmente más grandes que las hembras. Mientras que un macho puede pesar entre 400 y 600 kilos, la hembra suele pesar la mitad. Ambos miden, en promedio, entre 2 y 2,5 metros de largo.

Los machos y las hembras sólo conviven juntos en el período de apareamiento que toma lugar entre abril y mayo (si, sé que muchos pensarán que estos ejemplares son muy inteligentes por no vivir en concubinato y por no creer en matrimonios). Sin embargo, sus óvulos no se fertilizan sino hasta septiembre, mes en el que comienzan a desarrollarse y en el cual la hembra debe almacenar en su cuerpo la mayor cantidad de grasa posible, ya que al dar a luz solo viven de ella mientras los cachorros se alimentan de la leche materna.

Los ositos nacen en octubre, midiendo cerca de 30 centímetros y con un peso aproximado de 700 gramos. Al nacer son ciegos y desnudos, pero crecen súper rápido, por lo que a los 5 meses ya son capaces de seguir a sus madres para aprender a conseguir comida.

Estos osos pueden vivir un máximo de 30 años, pero el hombre y el calentamiento global son factores que han hecho que se les considere una especie en peligro de extinción. Las zonas habitadas por estos animales se están derritiendo cada vez más rápido, lo que los obliga a retirarse a tierra firme sin completar sus reservas de grasa, afectando la capacidad de las hembras para quedar embarazadas y provocando una caída del 15% en la tasa de nacimientos.

Finalmente, tras todo lo que he buscado y escrito hoy, no me parece tan demente la idea de que este nacimiento acapare la atención de todos. Y desde este remoto punto de la tierra, me alegra y me conmueve mucho la primera aparición pública de Knut.

La niña del bigote

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