22.1.07

Soñando con los sentidos

Hoy, de camino al trabajo, escuché algo curioso. Quizás parecido al curioso planteamiento de la espuma. ¿Con qué puede soñar una persona ciega de nacimiento? Difícilmente lo podremos saber. Aunque, por ahí comentan los “expertos”, que las personas invidentes sueñan con otras sensaciones que no necesariamente están ligadas a la vista.

Quizás para ellos no sea tan relevante. Y entonces, ¿por qué para nosotros sí lo es? Ellos no saben qué significa VER. Porque, repito: son invidentes de nacimiento. Los sueños, para ellos, son sueños. Ellos no encuentran diferencia con los nuestros. No se puede soñar con algo que no se conoce. ¿Cierto?

Dicen por ahí, que los sueños representan deseos reprimidos. Las experiencias con mi subconsciente han sido bastante divertidas, pero raras en exceso. No creo que mi sueño de un par de días atrás haya tenido algo que ver con mis deseos reprimidos -y si es así, debería preocuparme-.

Las personas invidentes de nacimiento, son quizás las que más ventajas tengan a la hora de soñar. Si los videntes resumimos todo en un solo sentido, entonces, los invidentes son capaces de experimentar sensaciones nunca imaginadas por nosotros.

En pocas palabras. Cada quién que sueñe, si le toca soñar. Nunca sabremos cómo sueñan los ciegos. Y la razón es la siguiente: Aquellos videntes que pierden el sentido de la vista siguen soñando con imágenes, porque llegaron a saber en algún momento lo que significa ver. Los deseos reprimidos, se resumirán en aquellos sentidos a los que más uso damos.

¿A cuál sentido das más uso?

fLeQuiLLo



4 comentarios:

elchamodel114 dijo...

Cuando sueño lo hago con todos los sentidos. Los sueños no son simples imágenes. Son complejos. A veces, sueño despierto y todo es más real aun.

En los sueños he sentido vértigo, calor insoportable, he saboreado buenos vinos, escuchado gritos de agonía, palpado texturas inverosímles. Mis sueños son así, full equipo. Creo que a todos nos pasa igual, es cuestión de detenerse en ellos, detallarlos y luego disfrutarlos.
Por eso se me hace tan difícil abrir los ojos.

Anónimo dijo...

Un sueño recurrente, mira que casualidad, es soñar que soy ciego. Eso convierte cualquier experiencia onírica en un juego de sentidos, porque toda la historia se lleva por sonidos, muchas voces, pero es profundamente táctil, y eso de soñar con temperaturas y contactos con texturas es mil veces mejor que "ver películas", que es lo que se estila.

Creo que Millás escribió algo sobre un día que pasó con los ojos vendados en compañía de los invidentes de la ONCE. Una frase hermosa es la de una ciega que le dice que su seguridad de movimientos en la calle se debía a que ella era era un "ciega transparente", en cambio que él, algo torpe, seguía siendo un "ciego opaco".

Marcos Mendoza Saavedra dijo...

A veces sueño que estoy soñando... Y en ese sueño en que sueño tambi÷en estoy soñando que sueño... Es como pararse entre dos espejos que apuntan el uno al otro frente a frente... Se siente exactamente igual...

Anónimo dijo...

basta de usar el sentido pésame, por deós. los videntes hacen horóscopos. los invidentes no son los ciegos, precisamente.