3.4.08

Musiú del mundo...Primeros días

Ya estando en mi nuevo destino, me he propuesto llevar una suerte de diario quetecotoperequerístico. Uno: para hacerle frente a mi fatal mente que, cada vez más, se olvida de todo. Dos: para mantenerlos al tanto de lo que sucede. Tres: para recordar siempre lo que ha pasado desde que llegué y no traspapelar lo que siento y, más aún, lo que queda por vivir.

¿Por qué la musiú? Porque eso soy. ¡Demonios! Mis 22 años quejándome de que me dijeran musiú en Venezuela, siendo lo transparente que soy e incapaz de negar mis raíces naranja-mecánicas, para ahora ser musiú en la madre patria. Aquí soy suramericana sin importar lo que diga. En fin, musiú aquí, allá y en todo el mundo.

A pesar de la corredera, el agite, el cansancio, lo acelerado y demás, la despedida me rompió el corazón en mil pedazos chiquiticos como yo. Me había propuesto no llorar pero fue en extremo imposible. Ver a mi segunda familia llorando, ver a mis amigas del alma llorando, saber que no sé cuándo hay retorno...mil y un cosas por la cabeza. Al final la llantina fue más fuerte que yo y afloró en el avión.

El viaje fue terrible. Con tantas horas, no hallaba ni cómo sentarme para estar al menos algo cómoda. La comida me cayó malísimo. Llegué a Madrid con una baja de tensión, mareos, vómitos, ganas de ir al baño, calor, frío y nervios.

Vi a mi mamá. Si. Me sentí en hogar. Pero al llegar a la casa como tal me invadió la nostalgia y llantina de nuevo. No se pueden imaginar cuánto extraño a mi gente, a toda mi gente de Caracas, esa gente que estuvo y sé que estará siempre para mí.

Hoy la cosa fue distinta, caminé, fui a mi escuela nueva a formalizar la inscripción y soy feliz. El metro de Madrid es asombroso si se escucha con un soundtrack de Mika y Aqualung. Se ve todo de otra manera. Me ven todos de otra manera. No sé si por lo peliroja, lo holandesa o lo transparente, pero es así.

Ahora, en casa, tratando de pensar con la cabeza fría y agarrando valor y fuerza para desempacar. Tarea ardua la que me viene adelante.

Y esos han sido mis primeros días.
¡Pero cuánto recuerdo los viejos!


La niña del bigote
P.D: Flequi...I'll miss you too...because I miss you now

3 comentarios:

flequillo dijo...

te imaginé moviendo la cabeza de un lado a otro y tarareando en el metro de Madrid
(8) Big girls you're beautiful (8) jajaja
te quiero montones!

P.D: las fotos están esselentes!!!!!!
P.D2: saluditos!!

Anónimo dijo...

Ninha!!!

Nada, pa lante como el elefante, nadie ha dicho que sera facil, pero tampoco nadie ha dicho que no tenga su recompensa.

abrazos, besos y amapuches!

Fla

Anónimo dijo...

Good luck puchita... Even tough you don't believe it so, I will miss you, as I have been missing you for years.

Take care