19.7.07

Divagando sobre la raza humana #10 - El no ser subjetivo

Siempre me he preguntado si algún padre puede decir, fuera de caer en las cotidianas subjetividades propias de la paternidad, que su hijo(a) es feo(a).

Mi mayor defecto es que me fascina burlarme de la gente que conozco o que veo por la calle. Puedo pasar horas en eso...es simplemente un hobby, una pasión. Puedo burlarme con facilidad de un niño, de una chica, de un tono de voz, de una forma de reir, de una vestimenta en extremo ridícula, de mi mamá, y hasta de mí misma. Es algo que va en mi sangre, y no puedo evitarlo. Sencillamente no puedo, y ya ni lo intento.

En muchas oportunidades, me han dicho que mi peor castigo sería tener un hijo con todas las características de las que me burlo. Por eso, siempre termino haciéndome la misma pregunta: ¿Seré capaz de, en un futuro, decir: "mi hijo si es feo, pobrecito, es dientón, narizón, tiene los dedos como mickey mouse o como mozzarella sticks, tiene un ojo mucho más pequeño que el otro, es un enano, tiene los dedos de los pies cabezones como unos fósforos, las fosas nasales como los túneles Boquerón 1 y 2"...etc? ¿Seré en realidad capaz de ver a mis hijos con la frialdad de un transeúnte cualquiera, o con el conocimiento específico y determinante de un narrador que todo lo ve y todo lo sabe?

Realmente espero no tener que hacerlo. Debe ser muy incómodo, en caso de ser posible, saber para tus adentros que tu hijo o hija es horrible y será muy difícil que la sociedad lo acepte sin burlarse a carcajadas. ¿Qué? ¿que es una frivolidad mi tema de conversación de hoy? si, lo sé. Pero acaso no tenemos todos un punto de sinceridad absoluta en el que el tema puede ser muy banal y sin sentido y aún así muy importante para uno. Este es el caso para mí. Porque siempre que voy en el metro o en la calle, veo gente de todo tipo, y afloran mis más sinceros pensamientos.

Y el caso pasa al revés también. Recuerdo ir en el metro, una tarde a la hora pico en la que no cabe ni una pluma, un niño que va en las piernas de su madre se voltea y le pregunta a todo pulmón: "Mamá, ¿por qué tú eres tan fea?". Obviamente me tuve que tragar mi carcajada, no porque la señora fuera fea, sino por la sinceridad del niño, por haber dicho lo que no "debemos" decir. Sin embargo, después, pensando más allá la cosa, ¿no dicen por ahí que para uno la madre es siempre la mujer más hermosa? Y entonces, ¿en estos casos cómo se hace?

La niña del bigote

7 comentarios:

Paperback Writer dijo...

Voy a escribir algo con el riesgo de caer en clichés...
Ciertamente la belleza tiene varias categorías.
Creo que tu post se enfoca exclusivamente en la belleza física (que ciertamente existe). Y es que cuando uno es niño, sólo manejamos ese concepto.
Pero cuando los años pasan, y la llamada "madurez" comienza a invadirnos, nos damos cuenta que la belleza es un compendio de características que hacen a una persona más o menos "aceptable", según los gustos de cada quien...
Por ejemplo, puedo decir que (si fuera el caso) aunque mi madre tuviera una nariz de tres metros, un solo ojo, dos dientes y pesara 900 kilos, para mi seguiría siendo la mujer más bella del mundo. Y no por el simple hecho de ser mi madre, sino por todas las cualidades internas que la hacen una persona excepcional.
La belleza está en lo que a cada quien le guste, por ejemplo, me parece que tu forma de escribir es muy bella (hasta cuando te arrechas lo haces con estilo...jajaja).
No te juzgo por criticar la belleza física de los transeúntes caraqueños..jeje..porque TODOS lo hacemos alguna vez.. Es inevitable..Pero insisto, y creo, que la belleza es algo muy subjetivo..
Ya estoy divagando demasiado, asi que...

"La belleza está en el ojo del observador" - David Hume

Anónimo dijo...

me parece q akí el problema no es la belleza, sino la sinceridad. mustachá no habla de si su hijo le parecerá adorable, eso es evidente. de igual modo a mí, mi mamá me parece la mujer (y persona en general) mas hermosa jamás creada.

ahora bien, la dejaría salir a la calle con una miniflada de esas que parecen cinturones? no, al menos no sin advertirle que sus proporciones, no son eso que llamamos adecuado (y no me vengan con la paja de "si la hace felíz que se la ponga, eso más q una mentira es una hipócrita blasfemia)

entonces, recapitulando: no se trata de nuestro concepto de belleza, sino de si somos o no capaces de ser sinceros con nosotros mismos y con aquellas bellezas a quienes amamos. a mi a veces me da por ahí... a la del bigote, siempre.

y aunke sea, chaparra, blanquísima, quejona, criticona, chocante y realmente stressante en ocasiones, la amo por ser tan bellísima

Paperback Writer dijo...

Vale tu comentario, y estoy de acuerdo en parte... La "belleza"
en su sentido más amplio, comprende más que el físico.
Lo de la sinceridad también es algo muy subjetivo.
Creo que el "mal gusto" del fashion entra en otra categoría,
q como dicen "puede ser discutida en otro programa"...
Todo tiene su momento y lugar, y la sociedad nos impone ciertas normas (aceptables o no para cada quien).
Sin embargo, la vida es corta y creo que sería un desperdicio, por ejemplo, vivirla pensando en cómo
vestirte para satisfacer los gustos de los demás..
Yo sí creo que.."si te gusta, te hace feliz, y no le haces daño a los demás, todo el mundo se puede ir a la m..."
Total, como escribió mi pana Acuario: "Ser diferente es algo común".

Anónimo dijo...

Jajajaja, me he reido mucho con sus comentarios, porque imaginé que esto pasaría.

A ver, yo también soy de las que creo en la belleza interior. Soy fiel admiradora de este concepto. Todos, como humanos únicos e irrepetibles somos hermosos, aunque el físico nos mate.

La cosa está en saber aceptar que alguien a quien adoramos, queremos o amamos, es feo, físicamente (aún cuando, como persona sea lo mejor del universo). He visto muchos casos donde una persona que se refiere a otra, pasa por alto ciertas consideraciones.

Por ejemplo, a mi me gustan los feos, los desaliñados, los despeinados, los peludos, aquellos que tienen un estilo muy particular pues...pero aunque ese tipo de personas sean hermosas para mí, no ando diciendo que son hermosos, porque sé que no lo son.

Es una cuestión de sinceridad. Igual que lo que decía hijo, yo no dejaría salir a la calle a mi madre, con una ropa que no me pondría ni yo que soy 35 años menor que ella, porque simplemente son cuestiones que perturban la vista y el mundo de los demás. Por muy superficial que pueda leerse.

Ahora bien, el ejemplo más común es el de la madre. Para todos, nuestra madre es la más bella del mundo, es el puesto más disputado, la corona más dividida. No hay ninguna madre como la de nosotros. Pero mi mamá tiene una nariz que parece un pimentón, y lo reconozco, ella lo reconoce, y no por eso deja de ser bella. Ese tipo de cosas es a lo que quería referirme.

¿Somos capaces de disfrazar y pasar por alto lo evidente, sólo porque vemos con ojos de amor a nuestra persona amada?

P.D: hijo, qué bella descripción la que hiciste de mí...sentí que me amaba, sentí que te amaba...odioso! jajajaja (K)

Paperback Writer dijo...

Validos todos sus comentarios! De eso se tratan estos blogs, no?
Sin embargo es como contradictorio parte de lo que escribes.
Si para ti, los pelúos y desaliñados son bellos. Entonces lo son.
¿Quién escribió la constitución de la belleza?
Sigo creyendo que eso de la sinceridad es relativa. Porque para lo que algunos es feo, para otros siempre será hermoso.
He presenciado a mujeres histéricas gritar: Chávez te amo, eres bello!
Eso lo dice todo.

Anónimo dijo...

Jajajajajjajajajajajajjajaa....

Es cierto, después de eso, todo es posible.

Pablo dijo...

El ejemplo del gran Paperback Writer es lo más "iluminado" que he leído en mucho tiempo... no hay mejor manera de ilustrar el concepto (a menos que alguien haya presenciado la misma escena pero con Pepeto como centro de atención). Esto ilustra que entre gustos y colores... (ya saben).