19.3.07

Si no te agarra el chingo, te agarra el sin nariz

Hoy, como mi adorada amiga “la niña del bigote”, estoy IRACUNDA. No amanecí así, simplemente distintos hechos llevaron a que mi estado de ánimo se convirtiera en una enorme bola de fuego capaz de asesinar a quien se le atraviese.

¿Instintos homicidas? Véanlo como mejor les parezca.


Hoy me he dado cuenta que de la forma menos esperada ocurren cosas que ni Google puede explicarte. Aunque, como yo misma digo: “no hay nada por qué preocuparse”. Existen cosas, momentos, personas – sobre todo estas últimas- indeseables en tu vida y que el destino se empeña en meter sin importar cuánto te molesten, incomoden o estorben.


Mi molestia del día de hoy, se debe a una sencilla, sencillísima razón, que resulta complicada de entender para aquellos que no poseen los mismos niveles de imaginación inútil en su cerebro que yo. Ese espacio novelesco inutilizado por muchos y del que yo a veces excedo en uso: La imaginación de una mujer cuaima.


Sí. ¿Y qué? ¡Soy cuaima! Y a mucha honra. Seguro se debe a lo expuesto en el párrafo anterior. Hay cosas en la vida que me llevan a pensar que el universo se ha puesto en mi contra, o lo hace sólo por divertirse jugando conmigo y mis caras de arre***ra. Probablemente no sea ninguna de las anteriores.


Todo depende del modo en el que lo miren ¿No? Aunque a mi me suena a persecución de fan enamorada. A aparición inesperada de fantasma. ¡A CHENCHA! O, como quieran llamarlo. O, mucho mejor, a ganas de j***r la paciencia de esta pobre y humilde ciudadana.


¡Están logrando que poco a poco me convierta en Katie Ka-boom!





fLeQUiLLo



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Saludos flequillo,

Me da curiosidad saber si lo que hizo explotar tu imaginación cuaimil fue algo en especifico o es algo más esotérico como que soñaste con que te ponian los cachos y eventualmente el pana pagó los platos rotos...

Salut!

Anónimo dijo...

Jajajajaja, créeme Sr. Cado, que la furia de mi querida flequillo no es infundada bajo ninguna circunstancia.

Tiene toda la razón de explotar su lado cuaimífero y dejarlo salir a flote.

Ojalá todo se debiera a una simple pesadilla...