11.3.07

¿Google o Messi?

Realmente no sé mucho de fútbol. He de admitirlo. Mis conocimientos se resumen a saber que le voy a Holanda en cada mundial (por orgullo familiar, aunque al final siempre nos dejan mal), que soy del Barça desde que me comenzó a gustar el fútbol (y cuando estaba conformado por muchos holandeses), y también sé que lo más valioso en cualquier deporte es que haya ese alguien especial que parezca haber nacido solo para hacer eso, mientras cautiva al público y se destaca en lo que hace sin mayor esfuerzo aparente.

Ayer en la tarde me senté a ver uno de los clásicos del fútbol español, el eterno Barça – Real Madrid. Puedo decir muchas cosas, pero les aseguro que la pura verdad es que quedé exhausta después del juego, entre tanta adrenalina, y el ir y venir de los jugadores. A momentos quería llorar, reír, gritar, maldecir al árbitro, golpear a van Nistelrooy, volver a reír, decir mil y un improperios, maldecir al árbitro ¡de nuevo!, en fin… fue una ruleta de emociones, todas mezcladas y confundidas unas con otras.

De algo estoy segura, Messi puede ser el hijo perdido de Google, y la forma en como jugó ayer era como si estuviese armando un rompecabeza cuyas piezas encajaban perfectamente y sin ningún esfuerzo. 3 goles en un solo juego. El salvador del Barça sin duda alguna, el nuevo delirio de toda afición realmente fanática y apasionada.

Aparentemente, según lo que dijo el comentarista, Messi no había marcado ni un solo tanto desde el 16 de octubre. Creo que ayer se reivindicó de la mejor forma posible. Y, aunque a mi odio le cueste admitirlo, debo decir que me sorprendió el juego del Real Madrid, ese juego apasionado y en equipo al cien por ciento, con el que consienten a todos sus seguidores.

No sé de fútbol, pero sé que deliré y aluciné como nunca viendo ese partido. Además de Google, tengo un nuevo héroe: Messi, lo mejor de todo es que no está ni cerca de ser guitarrista.

Muvimeiker, creo que nos deleitaron con buen fútbol ayer, tanto tu equipo como el mío. Divino empate (al menos eso me pareció a mí).


La niña del bigote

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