La ausencia tendrá nombre
Le he tomado cierto desagrado emocional a esto de desnudar mis pensamientos más íntimos o los más públicos por la red. He llegado al punto en que ya no me interesa escribir, ni por descarga psicológica, ni por entretenimiento.
Es el fin.
Paso por acá, por última vez, para despedirme de aquellos que aún pasen por aquí de vez en cuando.
Doy gracias a quienes han estado este año, y algo más, entrando y saliendo de este lugar. Les pido disculpas por malas palabras, malos pensamientos, malos escritos, malas circunstancias, malas críticas. También por puntos y comas mal colocados o, en su defecto, olvidados.
Pero en fin, lo que quiero decir, es que hasta aquí llego yo. No considero justo seguir con este espacio, sin tener ganas honestas de hacerlo.
Así que, muchas gracias por todo.
Y adiós.