Me he quitado un peso de encima, he completado el primer paso de la misión final. He vencido todos los obstáculos que aparecieron, hasta ahora, en el camino. Pero sigo sintiéndome vacía, triste, cansada, agotada.
Hoy me hace más falta que nunca el ver a mi madre, el darle un beso, el que me de su beso de siempre, que me tome entre sus brazos y me diga que me quiere, el sentir su calor, el calor de madre. El ver su sonrisa, el sentirla orgullosa, por mí, por ella, por esta parte de nuestra victoria.
Me siento vacía porque ella no está y triste por la espera que tengo a la puerta, por saber que ahora estoy en las manos de otros, de sus decisiones. Me angustia el saber eso. Me angustia el saberme sin mi madre en esta batalla. El saber que aún quedan varios pasos por andar antes de llegar al verdadero final. Me angustia el sentir que algo puede salir mal, que un mínimo detalle puede acabar con todo.
No aguanto los nervios. Quiero salir corriendo. Dejar todo. Abandonarme a la incertidumbre. Pero no puedo. Sé que no debo. No se nada tanto y por tanto tiempo para luego desertar en la primera tormenta, mucho menos para morir en la orilla.
Sin embargo, sigo sintiéndome vacía, sin nada entre las manos. Vacía y desinflada como un salvavidas que se guarda para las próximas vacaciones.
La niña del bigote
ánimo. Quisiera poder dedcirte algo más, pero solo puedo decirte ánimo!
ResponderEliminarToda mi energía positivapara tí =)
Un beso.