19.3.07

Divagando sobre la raza humana # 3

Hoy quiero seguir divagando sobre las grandes diferencias entre los hombres y las mujeres. Esto vendría siendo la segunda parte de la conversación que mantuve con mi amigo, en uno de los incontables momentos de ocio.


ÉL: Es más, te tengo otra pregunta, Espero que contestes bien. Son 2 preguntas en realidad:
1) Tu quieres estar el resto de tu vida con un hombre que te quiera, que te cuide y que sea un buen hombre, no?
YO: claro, toda mujer quiere eso
ÉL: Bien. Puede un hombre ser excesivamente bueno?
YO: Si. He visto casos. Pero por ser excesivamente buenos, muchas mujeres se cansan y los mandan al carrizo
ÉL: QUIEN **** LAS ENTIENDEEEEEEEEEE. No no no no no, es que es increíble. No tienes idea de cómo me abrió los ojos esa pregunta
YO: es una mier**....lo se, por eso digo que somos mier*** con patas, pero he visto casos así créeme.
ÉL: Es decir, hay hombres (fui uno de ellos, lo confieso) que hacen CUALQUIER cosa con tal de hacer feliz a una mujer, de los que recibirían una bala por la mujer que quieren. Y supuestamente eso es lo que ustedes quieren: Un hombre bueno. RESULTA QUE NO!
YO: Hasta cierto punto, del resto se llama ser pendejo
ÉL: Ya va, ya va. Un pendejo es un carajo al que le hacen cualquier vaina mala y sigue ahí como un pendejo
YO: Ah bueno, entonces aclara bien. Te trataron mal?
ÉL: Si me trataron mal, pero cuando me trataron mal lo dejé hasta ahí
YO: Bueno, ahí aplica el caso que te dije. Hay veces que son tan buenos (los hombres), que algunas mujeres se ladillan, porque no se discute ni nada. Conocí un caso así. La tipa lo dejó porque ni peleaban ni nada, todo era amor y ella se ladilló.
ÉL: Pero por qué necesitan pelear?
YO: No sé, la verdad no sé, supongo que le da vida a la relación.
ÉL: Te juro que nunca me hubiese imaginado que ustedes podían llegar a pensar eso: Que había hombres demasiado buenos


En fin, imagínense cómo es la cosa… Resulta que las mujeres, en ciertas ocasiones, y OJO: no todas son así, se fastidian de la relación cuando es puro amor, sin peleas, sin intensidades, sin golpes, sin reconciliaciones. Hay otras que simplemente tienen al hombre que quieren allí enfrente, él también la quiere, pero por X o por Y, no están juntos. Hay otros casos donde los hombres tratan mal a las mujeres, o viceversa, y el muy pendejo (aplica para ambos casos), sigue cual perrito faldero detrás del victimario.

Vaya que es un ciclo vicioso no?... Pero son solo cosas que te hacen abrir los ojos. El ser humano es demasiado complejo. Todos somos, dependiendo de la ocasión, demasiado simples, básicos, irracionales, o, por otro lado, somos demasiado complicados, rompecocos, etc.

No lo sé… Ni quiero descifrarlo, al fin y al cabo no soy pitonisa, ni sabelotodo. Saquen ustedes sus propias conclusiones.

La niña del bigote

1 comentario:

Marcos Mendoza Saavedra dijo...

Es por eso que Jean Paul Sartre (OJO: creo, por favor corríjanme si no fue ese personaje) el que tenía más de cuatro "parejas" en una misma calle. El pensaba que como mamíferos, los hombres (mejor dicho, la raza humana) tenían que complacer sus necesidades fisiológicas - reproductivas con miembros de género contrario; pero convivir con los de su mismo sexo. Si lo podemos ver así, los Leones cazan juntos, y las Leonas cuidan de la manada en ausencia de los machos. En pocas palabras, nacimos para compartir, más no para convivir (según Sartre, claro está). Por eso las niñas paran juntas de arriba para abajo y los niños - en general - pueden tener poco más de afinidad con los "amigotes".

No sé si sea verdad, pero lo que si sé es que las mujeres son tan complejas, intensas, intuitivas, calculadoras y "pilas" que se vuelven, básicamente, muy difíciles. Por su parte, los hombres somos tan básicos, sosos, poco interesantes y misteriosos, quedados e inmaduros que nos volvemos un problema de dificultad enorme para ser tratados por la complejidad femenina.

Al final, quizás todo este rollo que menicioné son puras pendejadas, y que no somos enrollados nada, si no que es totalmente normal nuestra adorada incompatibilidad.